viernes, 20 de junio de 2014

La Cultura En La Era Tecnologica



             
El significado de la evolución tecnológica entraña cambios tales que exige una reflexión sobre la adecuación o inadecuación de las culturas tecnológicas que se presentan en los diferentes campos de la sociedad resultado de este avance, por lo que se puede deducir que el entorno en el que el hombre vive forma parte de su cultura y la tecnología impacta en la forma en que éste se desarrolla.
Se encontró que desde hace unas décadas Toffler propone que la cultura del hombre se conforma por entornos, por lo que hace la siguiente clasificación: Los países en la primera ola son aquellos que se encuentran en una etapa de agricultura. Los de la segunda ola logran un alto nivel de industrialización. Finalmente los países en la tercera ola son aquellos donde la información digital, transmitida por redes, desempeña un papel fundamental.
Autores como Nicholas Negroponte y Javier Echeverría, aceptan la propuesta de Alvin Toffler, pese a ser considerado por como un escritor polémico, además al que no se le tomó en cuenta cuando hizo sus propuestas que se veían como futuristas.
Sin embargo, estos cambios deben ser comprendidos desde una perspectiva histórica, para que se pueda llegar a interpelar, de manera radical, la generalización de las culturas en la época de la sociedad del conocimiento. 



Bajo este contexto se insiste en la importancia de acercarse a entender los desencuentros entre las generaciones que traen no sólo un problema de uso, apropiación o incorporación de tecnologías en la institución educativa, sino la posibilidad de recoger de manera fuerte las tradiciones pedagógicas del pensamiento de diferentes educadores y tecnólogos.
Esto quiere decir, que el impacto de la tecnología en la sociedad da origen a diferentes culturas, se puede decir que se dio la cultura del libro, con la aparición de la imprenta, más tarde aparece la cultura de las masas ante el surgimiento de la radio y la televisión, ahora estamos frente a la cultura de Internet, que remite a la famosa sociedad del conocimiento.
Fuente: Marco Raúl Mejía J. (Esquema propio)
Marco Raúl Mejía J., estudia a la tecnología como un hecho cultural desde cinco dimensiones las cuales las representamos en este esquema a partir de la interpretación gráfica que hacemos de su conferencia presentada en Lima, Perú, en el XXXI Congreso Internacional sobre Educación Popular, Comunidad y Desarrollo Sustentable, celebrado del 29 de Octubre al 1 de Noviembre, 2000 bajo el título de la tecnología, las culturas tecnológicas y la educación popular en tiempos de globalización. Entre el Pensamiento Único y la Nueva Crítica.
De esta manera Mejía J. (2000) marca los campos en donde mayor impacto tiene el avance de la tecnología y donde se construyen esas culturas tecnológicas.
Todo esto redunda en una cultura tecnológica, estudiada por diferentes disciplinas entre ellas la filosofía de donde surgen los críticos culturales de la tecnología, por lo que a continuación, se hace referencia al pensamiento de los siguientes estudiosos:
La filosofía de la tecnología surge después que la filosofía de la ciencia, dice Medina (1995: 180). A grandes rasgos se distinguen dos enfoques opuestos: el de la tradición analítica y el de la crítica humanística. Del primero es digno representante Mario Bunge, centrado en el estudio de la racionalidad y del método de la tecnología, que se hacen derivar de la racionalidad científica.
Bunge (1983) dice: “la tecnología no es sino ciencia aplicada, y plasmación material de la forma de conocimiento y actuación más racional que existe”. En cambio, buena parte de la filosofía humanista de la tecnología, influida por autores como Lewis Mumford o Jacques Ellul, realiza una crítica cultural de la era tecnológica (Medina: 1995: 180).
Asi pues los estudios de los sistemas sociotécnicos intentan aplicar la teoría de sistemas a la historia de la tecnología. Hay un gran interés en desvelar las mutuas interacciones entre tecnología y sociedad, más allá de discusiones sobre supuestos determinismos de uno u otro tipo.
En aquel momento para Thomas Hughes (1987), estas interacciones hacen surgir nuevas tecnologías que modifican las relaciones sociales, pero hacen aparecer nuevos factores sociales por los que determinados actores pueden a su vez configurar las tecnologías para defender sus intereses (Medina: 1992: 163).
Por una parte, la escuela americana de críticos culturales, ocupada en los aspectos valorativos de la tecnología, centra su atención a posibles impactos y su interés en la renovación educativa por medio de evaluar y controlar el desarrollo tecnocientífico.
Según Arnold Pacey (1990), la definición de Tecnología debe abarcar no sólo su aspecto material (técnicas en cuanto a artefactos), sino que debe incluir los aspectos organizativos (actividad económica e industrial, actividad profesional, usuarios y consumidores) y los culturales (objetivos y valores afectados por la tecnología y los que deberían ser respetados por ella).
A su vez otro influyente crítico cultural americano es Carl Mitchan, que ha elaborado una filosofía de la tecnología que bebe en buena parte de Jacques Ellul, y que reclama el primado de la filosofía y las humanidades para rescatar valores humanos y sociales frente al rodillo tecnológico (Khvilon: 2002: 5).
En cambio el pragmatista Paul Durbin (1992b), quien se apoya en John Dewey, reclama un activismo social en el que los propios científicos tendrían un papel central para ocuparse de los problemas sociales suscitados por su trabajo. Según él, sólo el activismo social progresista puede ofrecer alguna esperanza de resolver ciertos problemas urgentes.
De esta manera, como dice Medina (1992), sin renunciar por completo a la intervención tecnocientífica (algo impensable e irrealizable), se favorecería una cultura tecnológica y un entorno en los que pudieran coexistir dominios tecnocientíficos junto con dominios sociotécnicos de otro tipo, en los que se podría preservar no sólo el rico patrimonio natural, sino también las diversidades culturales y formas de vida social valiosas.
Para adentrarnos en esta investigación del concepto cultura tecnológica se debe entender por separado y mencionar todas las variables e indicadores que lo envuelve.
La pregunta por la dimensión cultural tecnológica abre una pista importante de reflexión. Esta interrogante es posible porque la tecnología forma parte de la cultura del ser humano. De ahí que no sea una pregunta sólo académica, sino que se trata de un asunto de fondo, en cierto sentido ineludible, si se aspira a comprender lo que es y lo que puede aportar de bueno o lo que puede generar de perjudicial la tecnología.
Pero algo verdadero y que no se puede negar es esta frase que pronunciara ante representantes de la UNESCO el Papa Juan Pablo II (1980: 6): El hombre crece y se desarrolla siempre en una cultura. Se puede decir que la cultura es algo específico del ser humano.
Los cambios en la tecnología y en otros aspectos obedecen a lo que Thomas Kuhn sugiere que las revoluciones en la ciencia aparecen cuando las teorías y los métodos viejos no resolverán los problemas nuevos. Él llama a esto paradigma.
Sobre la base de este concepto de cultura, el filósofo español, Miguel Ángel Quintanilla (2005) quien ha hecho notables contribuciones a la filosofía de la tecnología, ha abordado específicamente el tema de la “cultura tecnológica”.
El estudioso de la cultura Miguel Ángel Quintanilla (1992: 2) dice que esta se puede concebir como el conjunto de representaciones, reglas de conducta, ideas, valores, formas de comunicación y pautas de comportamiento aprendidas (no innatas) que caracterizan a un grupo social.
Por su parte Quintanilla (1992: 5) señala que la tecnología como proceso humano puede entenderse que forma parte de la cultura y como elemento cultural la tecnología lleva asociados determinados valores, plantea determinadas relaciones del hombre con la naturaleza y entre las propias personas. Por lo tanto, es necesario el análisis y reflexión sobre las dimensiones humanas y sociales asociadas al desarrollo tecnológico, teniendo como ángulo de visión las repercusiones educativas de los cambios culturales y sociales que conlleva el desarrollo tecnológico.
En una perspectiva crítica Quintanilla (1992: 6) indica que se conciben la tecnología y la cultura como sistemas dependientes entre sí, entendiendo que la tecnología contemporánea conforma un sistema que envuelve todos los aspectos de la vida cotidiana de nuestro tiempo.
Por todo esto Quintanilla (1995: 18) caracteriza la cultura tecnológica: basada en la racionalidad crítica, en la creatividad y la innovación, y en la libertad para llevar a cabo empresas nuevas de forma racional. En fin, todo un modelo de lo que pueden ser objetivos ideales para el proceso educativo.
Asimismo Quintanilla (1995:14), sintetiza sus deliberaciones hacia la cultura tecnológica con tres razonamientos:
• La cultura tecnológica constituye una parte importante de la cultura compartida por cualquier grupo humano en las sociedades avanzadas de nuestro tiempo.
• El que en estos grupos compartan una adecuada cultura tecnológica es un factor importante para el bienestar del grupo.
• Como consecuencia de lo anterior, el substrato homogéneo común que debemos plantearnos como objetivo del proceso educativo en estas sociedades avanzadas es, precisamente, el conseguir una adecuada cultura tecnológica.
Este autor destaca ciertos elementos que están presentes en una cultura, y que en la cultura específica de cada grupo social tienen cierta organización: las representaciones, las reglas y normas de conducta, los valores, las formas de comunicación y las pautas de comportamiento aprendidas (no innatas) que caracterizan al grupo social en cuestión.
Para profundizar sobre este tipo de problemas y para avanzar en la búsqueda de soluciones, conviene citar la distinción que propone Quintanilla entre la cultura incorporada a un sistema técnico y la cultura no incorporada.
La cultura tecnológica incorporada a un sistema técnico está formada por el conjunto de creencias o conocimientos, hábitos y valores que los operadores de un sistema técnico necesitan tener para que éste funcione de forma adecuada. La cultura tecnológica de un grupo social (un país, una empresa, etcétera) en sentido estricto o restringido se puede definir como el conjunto de todos los rasgos culturales incorporados a los sistemas técnicos de que dispone: incluye por lo tanto el nivel de formación y entrenamiento de sus miembros en el uso o diseño de esas tecnologías, pero también la asimilación de los objetivos de esas tecnologías como valores deseables, etcétera.
La cultura tecnológica no incorporada a sistemas técnicos está formada por el conjunto de rasgos culturales que se refieren o se relacionan con la tecnología, pero que no están incorporados a sistemas técnicos concretos, bien sea porque no son compatibles con las tecnologías disponibles, o porque no son necesarios para ellas.
Todos estos rasgos forman parte de una cultura tecnológica, en la medida en que afectan al uso, diseño y difusión de determinadas tecnologías, pero pueden no estar incorporados, por el momento, a ningún sistema técnico concreto (Quintanilla, 2005).
Al interpretar a Quintanilla, se puede indicar que la cultura tecnológica de un grupo social es el conjunto de representaciones, valores y pautas de comportamiento compartidos por los miembros del grupo en los procesos de interacción y comunicación en los que se involucran sistemas tecnológicos, pero, además la cultura tecnológica es un componente esencial de la cultura sin más, y constituye un factor esencial para el desarrollo tecnológico de un país.
Y por ello se puede determinar que una sociedad con vasta cultura tecnológica y en la que predominen las actitudes positivas hacia la técnica estará mejor preparada para incorporar y producir innovaciones tecnológicas y para extraer de ellas el máximo rendimiento.
Además, Sancho (1994a: 19) explica que la tecnología se configura como un cuerpo de conocimientos que, además de utilizar el método científico, crea y/o transforma procesos materiales y señala que al aceptar que la cultura, los procesos sociales, la tecnología y las formas de comunicación están íntimamente ligados entre sí, se nos abre un camino apto para buscar explicaciones al complejo mundo contemporáneo en que vivimos y a sus transformaciones más recientes.
Por su parte, García Vera (1994: 18), observa esta situación desde una óptica amplia, hace referencia a una cultura tecnológica de este modo:
• Una cultura se manifiesta a través del conocimiento acumulado históricamente en las diferentes áreas del saber, en las expresiones artísticas, en los medios de comunicación audiovisual.
• En una sociedad se distingue la cultura dominante de otras marginales. Que la cultura dominante, en forma lenta, constante y progresiva, se va constituyendo sobre las bases de la ideología hegemónica de los poderes de esa sociedad. Y, finalmente,
• Que los recursos tecnológicos así como los distintos sistemas simbólicos de representación soportados en ellos, son utilizados en las diversas culturas y se les asigna unos roles de acuerdo con los intereses de cada una de ellas. Una, la dominante, para perpetuar hegemonías, otras las marginales, para señalar el desajuste social y desigualdades...que posiblemente se pueden producir, para expresar sus ideas y teorías, intentando probar la legitimidad y su superioridad respecto a las mismas y respecto a otros.
Por cultura tecnológica se entiende un amplio aspecto que abarca teoría y práctica, conocimientos y habilidades, por un lado conocimientos relacionados con el espacio construido en el que desarrollamos nuestras actividades y con los objetos que forman parte del mismo; y por otro lado las habilidades, el saber hacer, la actitud positiva que nos posibilite no ser espectadores pasivos en este mundo tecnológico en el que vivimos.
En resumen, la cultura tecnológica brinda una visión integradora de todas las modalidades de la conducta humana, superando la tradicional dicotomía de lo manual y lo intelectual, y postula una concepción del hombre como una unidad que se compromete con todas las potencialidades, en todos y cada uno de sus actos los conocimientos y habilidades que nos permitan una apropiación del medio en que vivimos como una garantía para evitar caer en la dependencia.


  • Cultura y Era TecnológicaPor Elizabeth RoblesNúmero 35"In the beginning there was culture. Not markets, nor economic growth, nor profits; not experts,nor civil societies, nor global environmental problems; not development nor globalization. In thebeginning there was culture, and in the end - hopefully- culture remains." (Jean Bertrand Aristide,1997).Los efectos de la globalización ofrecen perspectivas útiles por las cuales se puede evaluar elimpacto de la cultura en el desarrollo nacional e internacional. La globalización no sólo aumenta lasensibilidad hacia las diferencias, sino también hacia las interdependencias (Shanker, 1998). Latecnología une al mundo de muchas maneras. El dinero, las ideas, la información, el conocimientoy las imágenes se mueven a través del mundo casi instantáneamente. Cada momento en lahistoria y la complejidad de la vida social se abren a una pluralidad de interpretaciones quesuceden dentro de distintas trayectorias. Esta diversidad prueba la resiliencia de la sociedad. Lacultura cambia en respuesta a las estrategias de la gente para adaptarse. El propósito de estaponencia es exponer el concepto de la cultura y su rol en la era tecnológica, y examinar surelevancia en el desarrollo económico y social del mundo.La tecnología, como parte del ambiente humano, está siempre ligada a la cultura. Esta no soloincluye métodos de sobrevivencia y de producción, sino también la creación del lenguaje, de lossonidos, del arte, etc. Su naturaleza es ambivalente, pues acelera la transferencia de información yde conocimiento, y crea nuevas preocupaciones y problemas como lo son la amenaza de las armasnucleares, la erosión del ambiente y el uso de los "clones." Los medios de comunicación en masa yla computadora, unen al mundo a través de sus redes, pero eliminan lo que es específico y retan lasobrevivencia de las culturas que son el corazón de todas las sociedades.CulturaDurante las pasadas décadas cambios económicos, tecnológicos y socio-políticos hantransformado las culturas del mundo. El mundo ha ido cambiando gradualmente sus actitudessobre la educación, el matrimonio, el divorcio, el aborto, la homosexualidad, sus creencias yprácticas religiosas, los issues que causan conflicto político y los incentivos que motivan a la gentea trabajar. Aunque las culturas cambian en respuesta al ambiente, éstas a su vez transforman elambiente a su alrededor. Los efectos de la globalización ofrecen perspectivas útiles por las cualesse puede evaluar el impacto de la cultura en el desarrollo nacional e internacional. La globalización
  • no sólo aumenta la sensibilidad hacia las diferencias, sino también hacia las interdependencias(Shanker, 1998). La cultura abarca símbolos, significados, valores, instituciones, conductas y todossus derivados, que caracterizan a una población humana identificándola y distinguiéndola de lasdemás. La palabra cultura lleva consigo su propio peso de asociaciones en lenguajes y tradicionesdiferentes. Las culturas poseen: · Un sistema de valores significativos (que le dan significado a la existencia en su totalidad) y normativos (que proveen reglas de conducta de cómo vivir la vida); · una base compartida (territorio común, historia, lenguaje, raza o antepasados), que identifica a la gente como miembro de un grupo; y · la voluntad o decisión de ser identificado primeramente como miembro de esa comunidad (Shanker, 1998).Por lo tanto, la cultura suple identidad, provee un sistema de significados y asigna unlugar a sus miembros en el esquema total de las cosas. Lo importante no es entenderlo que es la cultura sino cómo las personas usan el término en el discursocontemporáneo. La cultura es una forma de vida como también lo es el contenido delas bibliotecas, de los museos, de los códigos de conducta religiosos y morales, etc. yse ha convertido en un término que describe la vida social de los individuos. Estaprovee: lentes de percepción y cognición (cómo las personas perciben su mundo);motivos para la conducta humana; criterios de evaluación (bueno/malo, feo/bonito,terrorista/defensor de la libertad); bases de identidad (religión, etnia); modos decomunicación (lenguaje, arte e ideas); bases de estratificación (clase, rango, género);y sistemas de producción y consumo (Mazrui, 1990).De acuerdo a Wild (1999) hay un consenso claro de que la cultura tiene que tener unainfluencia definitiva y bien fuerte en el diseño y el uso de la información, en lossistemas de comunicación y de aprendizaje, así como en su manejo, aunque no hayainvestigaciones identificables en estas áreas. En todas las áreas de la actividadhumana, la conducta de las personas está afectada por los valores y actitudes quetienen y las normas que los rodean. Cuando los valores están ampliamentecompartidos por un grupo de personas, éstas están provistas de mecanismos comunespor los cuales pueden entender e interpretar su mundo.La cultura es más que una abstracción, consiste también de un sistema de símbolosdistintivos junto con artefactos que capturan y codifican las experiencias importantes ycomunes de un grupo. Significados simbólicos distintivos e importantes y valores sedesarrollan alrededor de la información, de su uso y de su estructuración en cualquiergrupo cultural. Cuando el acto de diseño estructural traslada la información enproductos o artefactos de aprendizaje, ese artefacto incorpora influencias culturalescomo el punto de vista del diseñador instruccional, sus valores, ideologías, cultura,clase social y género y su compromiso con un paradigma en particular. Todos estosfactores culturales que interactúan tienen una importancia particular para la difusión yla eficacia en el uso de la información, la comunicación y los sistemas de aprendizajecomo la "web" o red electrónica, y los productos y materiales de aprendizaje provistosen esos sistemas (Wild, 1999).Aunque los pensadores económicos creen que han construido modelos de mercados libresde valores, sus ideas fueron formadas por sus propias condiciones sociales y culturales. Lamayoría de las personas a través del mundo se aferran a sus valores anclados en sus
  • sistemas culturales. Por eso, es esencial mirar de cerca el rol que juegan esos valores en eldesarrollo económico y tecnológico de los países del mundo. Una estrategia de desarrollosólida requiere un examen crítico de los valores a la luz de las necesidades humanasmodernas, que lleve a la formulación de metas para un desarrollo que sea apropiado a laspersonas en cuestión. Lo importante es definir esas metas considerando cómo las fortalezasde esa cultura, visibles o latentes, se pueden explotar para lograr esas metas.El desarrollo humano completo es imposible si sus valores esenciales son excluídos. Loslogros económicos, políticos, técnicos y culturales no agotan los triunfos creativos de loscuales los seres humanos son capaces. Antes se creía que las diferencias culturales sedesvanecerían con la embestida de la modernización. Pero la globalización ha sidoacompañada del resurgimiento de las tradiciones culturales locales y de la crecientecomprensión de que hay algo más para las sociedades y la conducta humana que latecnología y la economía. Las culturas locales juegan un papel importante en guiar laacción humana y en mantener unida a la sociedad.A pesar de la globalización, las compañías que utilizan el comercio electrónico no puedenignorar la cultura, las costumbres y el sistema social del país donde está expandiendo sunegocio. La localización del comercio electrónico envuelve no solo la traducción dellenguaje sino también la adopción de las culturas locales de los sistemas sociales (Casey,2001). Meshkati (2002) concluye en su estudio de transferencia de tecnología, que lasteorías y modelos de análisis de la conducta que se desarrollan en un país reflejan lascaracterísticas de ese país y puede que no se puedan aplicar completamente a otros países.Por lo tanto, una organización que transfiere tecnología a un país con una cultura diferentedebe intentar adaptarse completamente a las dimensiones culturales del país anfitrión.El desarrollo es un proceso continuo que incluye a la tecnología y ninguna cultura, sociedade individuo están exentas de éste. Ese desarrollo es un proceso recíproco que involucra atodos y que obliga a las culturas a transformarse y a la vez hace que los sistemas de valoresse prueben y que la gente del mundo enriquezca sus puntos de vista. Las personas necesitanla cultura. Ser capaces de decidir juntos cómo vamos a vivir colectivamente en el sentidomás amplio, qué vamos a valorar y qué vamos a creer, qué sentido le vamos a dar a nuestravida cotidiana. Los discursos sobre la cultura y la modernidad sugieren que los términosculturales de modernidad no son fijos, sino que están abiertos a cambios y a retos. Lasculturas locales ciertamente se van a transformar y se van a beneficiar de las culturas delmundo pero lo harán bajo diferentes condiciones que apenas estamos comenzando acomprender.Tecnología
  • La tecnología, como parte del ambiente humano, está siempre ligada a la cultura. Esta nosolo incluye métodos de sobrevivencia y de producción, sino también la creación dellenguaje, de los sonidos, del arte, etc. Su naturaleza es ambivalente, pues acelera latransferencia de información y de conocimiento, y crea nuevas preocupaciones y problemascomo lo son la amenaza de las armas nucleares, la erosión del ambiente y el uso de los"clones" (Atkinson, 1999).Los medios de comunicación en masa y la computadora, unen al mundo a través de susredes, pero eliminan lo que es específico y retan la sobrevivencia de las culturas que son elcorazón de todas las sociedades. El mundo está unido de muchas maneras a través de latecnología. El dinero, las ideas, la información, el conocimiento y las imágenes se muevena través del mundo casi instantáneamente. La transferencia de la tecnología se ha aceleradopor el uso de las computadoras y de los satélites. Cada momento en la historia y lacomplejidad de la vida social se abren a una pluralidad de interpretaciones que sucedendentro de distintas trayectorias. Esta diversidad prueba la resiliencia de la sociedad. Lasociedad se transforma y se adapta a los cambios en la tecnología. La tecnología esconocimiento aplicado socialmente y los valores y las creencias de esa sociedad son los queinfluyen en los efectos de esa tecnología (Westby & Atencio, 2002).La historia de la tecnología refleja la historia de la humanidad y revela una relaciónprofunda entre incentivos y oportunidades, y condiciones socioculturales. Para cualquierdesarrollo tecnológico tiene que haber un envolvimiento social: recursos, necesidades y unetos solidario (carácter común a un grupo de individuos que pertenecen a una mismasociedad).El desarrollo económico exige aumento en la producción y esto requiere tecnologíacientífica. De acuerdo a Shanker (1998), la ciencia y la tecnología son la base del poder, laclave de la prosperidad, simultáneamente son un instrumento culturalmente poderoso quedisuelve no solo la resistencia física sino las actitudes de vida. La preocupación mayor denuestros ancestros era sobrevivir y tener albergue. Esa preocupación permea hoy en día, seaen el Caribe o sea en Africa. Desde esos tiempos inmemoriables hemos adaptadoinnumerables tecnologías. La diferencia hoy día es la forma acelerada que estamosmanufacturando conocimiento, y el impacto creciente que tiene esto en las personas y enlas familias (Hughes & Hans, 2001).La tecnología y su interacción con otros sistemas técnicos y con factores económicos,sociales y ecológicos se ha convertido tan compleja y tan interrelacionada entre sí, que lascompañías, industrias y naciones tienen que cooperar en muchos aspectos. Las compañíasinternacionales han aprendido que la cooperación es un elemento importante en el sistema
  • competitivo. Alianzas, sociedades y colaboraciones, todas requieren supuestos compartidosy la habilidad de comunicarse, aunque cada cual persiga agendas diferentes (Pretzer, 1997).En el sistema global donde las distintas culturas y lenguajes separan al mundo, latecnología es un elemento cohesivo poderoso que las une. Como la tecnología es un sistemade símbolos potente, es potencialmente una forma de comunicación efectiva. Personas queno pueden hablar el lenguaje de otras personas, pueden intercambiar, entender y aprenderde los sistemas y diseños tecnológicos de otros. El enfocarse en la competitividad nacionalo individual no va a conducir, a largo plazo, a motivar el aprendizaje y a promover logros.Tampoco la competencia es un marco de referencia efectivo para trabajar con personas dedistintos países donde los issues de: escalas apropiadas, tecnologías ambientales noinvasivas, y la colaboración con las culturas oriundas y las tradiciones tecnológicas sonmucho más pertinentes que consideraciones de comercio internacional (Pretzer, 1997).La tecnología tiene un beneficio genérico de resolver los problemas de la era moderna. Estoimplica que puede resolver cualquier tipo de problemas cuando no es así. La tecnología perse no puede resolver problemas como la guerra, el racismo y el hambre. Algunas veces sepiensa que la tecnología nos guía directamente hacia beneficios humanos. Se confunde elprogreso tecnológico con el progreso humano (Postman, 1992). Esas técnicas de soluciónde problemas usando la tecnología muchas veces ignoran la cultura, la política, la economíay lo irracional. Al concentrarse en resolver el problema, se desenfatiza en las interaccioneshumanas y en los procesos sociales de definir los deseos y las necesidades y promocionanla idea de que la tecnología nos lleva directamente a mejorar a la humanidad.El conocimiento tecnológico en sí no es suficiente, lo que es crítico son las metas, losvalores y los principios para los cuales el conocimiento es usado. Hay que reconocer quesin humanidad y sin valores no puede haber aprendizaje verdadero ni desarrollo de lasabiduría (Goleman, 1995). La meta final de la educación tiene que ser una sociedad másjusta, equitativa y participatoria, no una sociedad de individuos más proficientestécnicamente. Hay que promover la capacidad de las personas de ser seres pensantes, quesean capaces de criticar y de retar, de crear y de superar. La enseñanza de la tecnologíadebe centrarse en el amor por los seres humanos y no meramente en el esfuerzo de extenderlas habilidades humanas y su dominio sobre la naturaleza. Esta debe desarrollar modos depensar que apoyen la justicia entre las personas, el respeto hacia el ambiente y promuevanel bien común (Pretzer, 1997).
  • ConclusionesCada día la tecnología demanda más de nuestro tiempo y de nuestras prioridades,distorsionando las relaciones de nuestro mundo (Westby & Atencio, 2002). La sociedadaprecia los beneficios de la tecnología de "Internet (mejores servicios de salud, accesorápido a la información, oportunidades de entretenimiento, sistemas de información parapersonas con impedimento) pero se preocupa por el lado negativo potencial de la tecnología(pérdida de privacidad, pérdida en destrezas de comunicación interpersonal y páginaselectrónicas que promueven la intolerancia y la violencia). En esta era de las computadoras,Westby y Atencio (2002) explican que tanto los terapistas, como los educadores y lospadres, tienen que entender que las computadoras son endémicas en la cultura de los niños.La tarea es mantenerse a tono con las necesidades de los niños y acoger las actividadesmediadas por la computadora como un medio relevante de transmisión cultural cuando seaapropiado.Hoy día el uso de las computadoras está creando nuevos valores y nuevo lenguaje (Hughes& Hans, 2001). El lenguaje técnico de las computadoras cambia nuestro argot ovocabulario rutinario. Ya no conversamos sino que "chateamos," no imprimimos sino que"printeamos," ya no enviamos documentos por medio de facsímiles sino que "faxeamos."Además, existe un "grillete" del siglo veintiuno llamado el teléfono celular. Ya no secorteja a la usanza de siglos anteriores sino que se corteja por la "internet." Navegamos sinmojarnos con el uso de la misma. ¿Cómo cambia ésto nuestra cultura y nuestra forma dever y analizar las cosas? Nuestras próximas generaciones podrán sumar y restar sinnecesidad de una calculadora o computadora? Ya no tendremos que usar los dedos de lasmanos para aprender a sumar y restar como cuando éramos niños? ¿Nuestras culturascambiarán radicalmente? ¿Oiremos la misma música, la salsa o el son cubano?¿Inventaremos nuevos intrumentos, o solo se oirán los digitalizados? ¿Dejaremos desembrar en la tierra? ¿Continuarán las guerras biológicas y las armas nucleares? Solo eltiempo responderá estas preguntas.Postman (1992) exponía que una vez que la tecnología era admitida a una cultura, hace loque se supone fue diseñada para hacer y que nuestra tarea es entender cual diseño es ese;que cuando admitamos una nueva tecnología a la cultura, lo hagamos con los ojos bienabiertos. Por tanto, hay que crear consciencia de que el uso de la tecnología tiene que ser enbien de la humanidad y en la conservación de nuestra cultura y de nuestros valores, noimporta el país que sea. Tenemos que conservar la ética, aunque no nos veamos por la"internet." Necesitamos conservar, preservar y defender la paz, aunque no tengamosfronteras comunes; seamos países desarrollados o menos desarrollados y respetar esasdiferencias. Tenemos que usar la tecnología a nuestro favor para preservarla. No empece ala tecnología, nuestras culturas sobrevivirán pues la cultura vino primero.

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